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La música está presente en nuestra vida incluso desde antes de nacer, en las melodías que cantan las madres a sus hijos para ayudarles a conciliar el sueño, o para tranquilizarlos después de una caída, hasta en las canciones que enseñan las maestras a sus alumnos para que aprendan el alfabeto. Tan solo tomate un minuto para recordar cuál fue la canción que te cantaba tu madre antes de dormir
¿No atesoras ese momento con alegría?
Es fantástico ver cómo disfruta el bebé y sus padres de la música, la emoción del pequeño quién al escuchar una melodía animada, junta sus manitos para aplaudir emocionado, estos momentos únicos ayudan a fortalecer el vínculo afectivo (Foundation, 2002). Además la música es un medio que les permite a los niños conectarse con sus sentimientos, reconocer sus emociones y expresarlas (Foundation, 2002).
En fin, los padres son la primera referencia que tiene un bebé del mundo en el que vive, si tienes la oportunidad llena la vida de tu pequeño de música, realizando actos sencillos como bailar mientras le cantas o crear instrumentos a partir de envases vacíos que simulen un tambor, botellas llenas de granos, etc. Recuerda que un ambiente musical fomenta la autoestima y promueve el desarrollo socia, emocional e intelectual (Foundation, 2002).
Escrito por Andrea Artieda Psicóloga Clínica, Instructora de Estimulación Temprana Animus, 0984608640
Foundation, M. (2002). Afinándose. Obtenido de Zero to three: http://www.sld.cu/galerias/pdf/sitios/rehabilitacion-temprana/la_poderosa_influencia_de_la_musica_1_2_3_4.pdf