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A esta edad nuestros bebés pueden manipular varios objetos. Los niños ya son capaces de coordinar sus manos (movimientos) es a partir de esta edad en la que se empiezan a llevar los juguetes y los muñecos a la boca. Los sentidos del bebé se estimulan con facilidad al permitirles jugar con juguetes de colores vistosos, que tengan distintos sonidos y diferentes texturas al tacto.
A continuación, mencionaremos los juguetes indispensables para esta edad:
Los sentidos (gusto, tacto, olfato, vista, y audición) del bebé se han ido perfeccionando. El contenido visual para estos meses es amplio, perciben más colores (azul, violeta, marrón) les agrada las formas (círculo, cuadrado, triangulo) las texturas (liso, arrugado, suave, duro) los sonidos (rimas y rondas) de los libros que podamos presentarles.
Los bloques o tazas apilables permiten a los niños identificar y clasificar colores, formas y tamaños. Todos los bloques o tazas poseen colores brillantes y coloridos que los estimulan visualmente. El objetivo de este material es que los bebés puedan apilarlos uno sobre otro, al hacerlo se perfecciona la coordinación ojo-mano. Jugar con tazas o bloques permite desarrollar en el niño estrategias de resolución de problemas y pensamiento lógico. Se puede trabajar en la enseñanza de los números, los colores y los animales etc.
Los juguetes que se desplazan automáticamente o que contienen botones o palancas, ayudan a mejorar la precisión de los movimientos de sus dedos, ayudan en la solución de problemas y enseñan sobre la relación entre la causa y los efectos. También motivan al pequeño a dejar su posición de quietud (sentado) y lo inquieta a que pueda estar boca abajo para luego iniciar el gateo.
Son los más recomendables a la hora de iniciar sus primeros pasos. Mientras intentan caminar, el corre pasillos sirve de gran apoyo para que los niños puedan mantenerse derecho. De manera recta es la forma natural como debe ir aprendiendo a andar y de coger poco a poco la seguridad y equilibrio para que luego lo pueda hacer por sí solo.
Al permitir que el niño juegue con encajes de madera permite el desarrollo del pensamiento como “iguales o diferentes”; permite el aumento de su concentración al fijar su atención en la pieza y encontrar el lugar que le corresponde. Permite que el niño vaya desarrollando su capacidad de resolución de problemas, reconozca colores, formas y tamaños.
Escrito por: Norma Pelagallo, Psicóloga Infantil, Instructora de Estimulación Temprana Animus, 0984608640