Después de los seis meses sugeridos por el pediatra se inicia la alimentación complementaria, en donde debemos procurar presentarles a nuestros pequeños lo más variado, colorido y divertido en cuanto a comida se trate. Debemos procurar que el ambiente donde se sirvan los alimentos sea un lugar que no tenga distractores como juguetes, televisión, música, etc. sino más bien sea un lugar tranquilo y armonioso.

Sin duda la mayor limitación a largo plazo es brindarle la misma preparación (papilla) de los alimentos y prolongarla hasta los posteriores años. Recordemos que sólo hasta que los niños conozcan nuevos sabores se recomienda aplastar, pero incurrimos por desconocimiento, por comodidad y facilidad el aplazar 2 o 3 años.

Mencionaremos cuáles son las desventajas de brindarle alimentos aplastados:

1. Problemas de lenguaje: Al ingerir sólo papilla los músculos de la boca no se ejercitan por lo que el niño no podrá emitir o repetir algún sonido propio de su edad.

2. Enseñamos hábitos no saludables: Pasados los 6 meses nuestro pequeño experimentará el brote no solo de un diente sino de algunos, por lo que posteriormente tendrán sus molares lo que es señal de que podemos dar trozos y ya no más papillas. Prolongar por mucho tiempo las papillas influenciará en el niño a que rechace integrarse a la dieta familiar, ellos se acostumbran a todo lo que nosotros le demos.

3. Limitamos el reconocimiento de texturas: Al presentar todos los alimentos triturados impedimos que nuestros pequeños puedan sentir la textura entera de algún alimento, textura propia que beneficia en el niño conocer su color, su forma, su tamaño. Al manipular por sí mismo los alimentos enteros permitimos que ejercitan sus dedos y manos beneficiando a futuro el adecuado agarre del lápiz, el trazo de las letras y la escritura.

4. Se posterga la independencia de comer por sí sola/o : Impedirles a nuestros hijos conocer su alimento a través de sus manos es una desventaja significante ya que limitamos los intentos de llevarse a la boca los alimentos. Se necesita de mucha coordinación ejecutar esa acción, impedirle por miedo a que se atragante, a que se ensucie o manche su mesa es muy irrelevante frente al logro de comer por sí solo.

5. Se torna una dieta poco placentera : Brindar solo aplastado o triturado los alimentos es sin duda limitar las mil presentaciones que tiene nuestra gastronomía (frutas, vegetales, carnes, mariscos, etc.) Se torna muy monótona, poco interesante a la vista la misma textura, el sabor propio de cada ingrediente se pierde, se impide al niño degustar por separado los sabores únicos de cada comida.

Escrito por: Norma Pelagallo, Psicóloga Infantil, Instructora de Estimulación Temprana Animus, 0984608640